¿Sientes que te pasas el día diciendo «no» y que educar es una batalla constante? No estás sola. Poner límites es uno de los mayores desafíos de la paternidad, pero no tiene por qué ser una lucha de poder. La disciplina positiva nos ofrece un camino para guiar a nuestros hijos con firmeza y amabilidad, construyendo una relación basada en el respeto mutuo. Te contamos cómo ponerla en práctica.