Si eres padre o madre, seguro que te suena esta situación: un universo de productos para bebés se abre ante ti y, con él, un mar de dudas. Una de las decisiones más importantes que tendrás que tomar es la elección de las sillas de coche, y aquí surge la gran pregunta: ¿a favor de la marcha o a contramarcha?
Aunque durante años hemos visto a niños viajando de cara a la carretera, hoy la evidencia es abrumadora y todos los expertos en seguridad coinciden: la silla a contramarcha no es una moda, es la forma más segura de viajar. En este artículo vamos a despejar todas tus dudas, desde la normativa hasta el porqué de su increíble eficacia.
¿Qué dice la normativa sobre las sillas de coche a contramarcha?
Para entender el panorama actual, hay que conocer las dos normativas europeas que conviven hoy en día. ¡Que no te asusten las siglas! Es más sencillo de lo que parece.
La normativa i-Size (R129): El nuevo estándar de seguridad
La i-Size es la regulación más reciente y segura. Si compras una silla nueva, lo más probable es que ya cumpla con esta norma. ¿Qué la hace especial?
- Clasificación por altura: A diferencia de la norma antigua, las sillas i-Size se eligen según la altura del niño, lo que facilita mucho acertar con la talla correcta.
- Obligatoriedad de ir a contramarcha: Aquí está el punto clave. La normativa i-Size obliga a que los niños viajen en una silla a contramarcha como mínimo hasta los 15 meses de edad. Esto no es una recomendación, es una exigencia legal para las sillas homologadas bajo esta norma.
- Mejores pruebas de impacto: Las sillas i-Size deben superar pruebas de impacto lateral, algo que la normativa anterior no exigía.
¿Y qué pasa con la normativa anterior (ECE R44/04)?
Esta es la normativa «de toda la vida», que clasifica las sillas de coche por grupos de peso (Grupo 0, 0+, 1, 2, 3). Aunque todavía es legal usar una silla con esta homologación, ya no se pueden fabricar ni vender sillas nuevas que solo cumplan esta norma.
Bajo la ECE R44/04, la obligación de ir a contramarcha era solo hasta los 9 kg (lo que un bebé puede alcanzar mucho antes de los 15 meses). Por eso, la nueva normativa i-Size supone un salto cualitativo enorme en seguridad infantil.
La gran pregunta: ¿Por qué una silla a contramarcha es hasta 5 veces más segura?
Aquí llegamos al corazón del asunto. La afirmación es contundente, pero tiene una base científica sólida. Viajar en una silla a contramarcha reduce hasta 5 veces el riesgo de sufrir lesiones graves en caso de colisión frontal, que son las más frecuentes y peligrosas.
Para entenderlo, basta con pensar en la anatomía de un niño pequeño.
La protección del cuello y la cabeza: La clave está en la física
La cabeza de un bebé o un niño pequeño es proporcionalmente mucho más grande y pesada que la de un adulto (supone hasta un 25% de su peso corporal, frente al 6% en un adulto). Al mismo tiempo, su cuello y su columna vertebral son extremadamente frágiles y están en pleno desarrollo.
- En un impacto frontal en una silla a favor de la marcha: El arnés sujeta el cuerpo del niño, pero su cabeza sale disparada hacia delante con una fuerza descomunal. Esta violenta sacudida puede provocar lesiones cervicales gravísimas o incluso fatales.
- En un impacto frontal en una silla a contramarcha: El cuerpo del niño se hunde en la carcasa de la silla. La espalda, el cuello y la cabeza se mueven al unísono, y es la propia silla la que absorbe la mayor parte de la energía del impacto. El cuello apenas sufre tensión.
Como explica la Dirección General de Tráfico (DGT), el uso de Sistemas de Retención Infantil (SRI) adecuados es fundamental, y la posición a contramarcha es el factor que marca la diferencia en los primeros años.
Mitos y dudas frecuentes sobre viajar a contramarcha
Es normal que como padres nos surjan miedos y preguntas. Vamos a desmontar los mitos más comunes sobre el uso de la silla a contramarcha.
«¿Pero no se marea y se aburre el niño?»
Los niños que viajan a contramarcha desde que nacen no conocen otra forma de hacerlo. De hecho, tienen una visión mucho más panorámica a través de la ventanilla trasera y las laterales. En cuanto al mareo, no hay ninguna evidencia que demuestre que esta posición lo provoque más que ir a favor de la marcha.
«Las piernas le chocan con el respaldo, ¿no va incómodo?»
Esta es la preocupación número uno de muchos padres. Sin embargo, los niños son increíblemente flexibles y suelen encontrar posturas cómodas de forma natural, como cruzar las piernas, estirarlas hacia los lados o llevarlas flexionadas «en posición de ranita». Es infinitamente más seguro que un niño sufra una fractura de pierna (algo, por cierto, extremadamente raro en estas sillas) a que sufra una lesión cervical irreversible.
¿Hasta qué edad es recomendable llevarlos en una silla a contramarcha?
Aquí hay que diferenciar entre el mínimo legal y el máximo recomendable.
La normativa i-Size obliga hasta los 15 meses. Sin embargo, todos los expertos en seguridad infantil y organismos como la Asociación Española de Pediatría recomiendan extender el uso de la silla a contramarcha el mayor tiempo posible, como mínimo hasta los 4 años, o hasta que el niño agote el límite de peso o altura especificado por el fabricante de la silla.
En países como Suecia, líderes mundiales en seguridad vial infantil, los niños viajan a contramarcha hasta los 6 o 7 años. Los resultados hablan por sí solos: tienen las tasas de mortalidad infantil en carretera más bajas del mundo.
El Plus Test: El sello de máxima seguridad para las sillas de coche
Si quieres la máxima garantía de seguridad, busca las sillas de coche que hayan superado el Plus Test. Se trata de una prueba voluntaria de origen sueco que es extremadamente exigente, mucho más que la homologación europea estándar.
Mide la fuerza que soporta el cuello del muñeco de prueba en un impacto, y el límite es tan bajo que ninguna silla a favor de la marcha ha conseguido superarlo jamás. Solo una silla a contramarcha puede proteger el cuello a ese nivel. Puedes encontrar más información sobre esta prueba en el sitio web del instituto sueco VTI que la realiza.
En resumen, la elección está clara. Optar por una silla a contramarcha y mantener a tu hijo en ella el mayor tiempo posible no es un capricho, es la decisión más informada y responsable que puedes tomar para garantizar su seguridad en cada trayecto. Porque su protección no es negociable.
Preguntas Frecuentes
Q: Si la ley solo obliga a ir a contramarcha hasta los 15 meses, ¿por qué se recomienda extenderlo hasta los 4 años?
A: La obligación legal de 15 meses es un estándar mínimo de seguridad. Sin embargo, la anatomía de un niño (cabeza grande y cuello frágil) hace que siga siendo extremadamente vulnerable a lesiones cervicales graves en un impacto frontal. Mantenerlo a contramarcha hasta al menos los 4 años, o hasta que agote los límites de la silla, es la única forma de proteger eficazmente su cuello y columna, reduciendo hasta 5 veces el riesgo de una lesión fatal o irreversible.
Q: Me preocupa que mi hijo vaya incómodo con las piernas dobladas contra el respaldo, ¿no es peligroso?
A: Los niños son muy flexibles y se adaptan de forma natural doblando o cruzando las piernas sin que les resulte incómodo. Es fundamental entender que la prioridad absoluta es la seguridad de su columna y cuello. Una lesión cervical puede ser irreversible, mientras que una lesión en las piernas en una silla a contramarcha es extremadamente rara y, en cualquier caso, de mucha menor gravedad. La seguridad del cuello no es negociable.
Q: Si compro una silla i-Size, ¿puedo estar seguro de que es la opción más segura del mercado?
A: Una silla con homologación i-Size ya ofrece un nivel de seguridad muy alto, superando con creces a las normativas antiguas. Sin embargo, si buscas la máxima protección posible, debes buscar una silla que, además de ser i-Size, haya superado el Plus Test sueco. Este sello garantiza que la silla protege el cuello del niño bajo fuerzas de impacto extremadamente exigentes, algo que ninguna silla a favor de la marcha ha logrado jamás.