Caídas tontas, un resbalón en la ducha, el típico cabezazo contra el marco de una puerta o un pequeño accidente jugando. Los golpes en la cabeza son, por desgracia, algo bastante común en nuestro día a día. La mayoría de las veces, todo se queda en un susto y un buen chichón como recuerdo. Pero, ¿y si no es así? ¿Cómo saber si ese golpe es algo más que un simple moratón?
La preocupación es lógica. La cabeza alberga nuestro cerebro, el centro de mandos del cuerpo, y cualquier lesión puede tener consecuencias. La clave está en saber diferenciar un golpe sin importancia de una situación que requiere atención médica inmediata. Y para eso estamos aquí: para darte una guía clara y sin rodeos sobre cuándo tienes que coger las llaves y poner rumbo a urgencias.
¿Golpe leve o emergencia? La pregunta del millón
Seamos sinceros: a casi nadie le apetece pasar horas en la sala de espera de un hospital. Por eso, tendemos a minimizar las cosas con un «no es nada, ya se pasará». Y aunque muchas veces es así, con los golpes en la cabeza es mejor pecar de precavido que de confiado.
Un golpe leve suele provocar un dolor localizado, un hematoma (el clásico chichón) y, quizás, un ligero mareo que desaparece en poco tiempo. Sin embargo, hay señales que actúan como luces rojas de neón, indicándonos que algo no va bien y que es momento de que un profesional valore la situación. Ignorarlas no es una opción.
Señales de alarma: Cuándo ir a urgencias sin dudarlo
Si la persona que ha sufrido el golpe presenta cualquiera de los siguientes síntomas, no lo dudes ni un segundo: hay que ir a urgencias o llamar directamente al número de emergencias (el 112 en España).
Síntomas inmediatos que requieren atención médica urgente
Presta mucha atención, porque estos signos pueden aparecer justo después del impacto o en los minutos y horas siguientes:
- Pérdida de conocimiento: Da igual si ha sido solo por unos segundos. Cualquier desmayo después de un golpe en la cabeza es motivo de consulta urgente.
- Confusión, amnesia o desorientación: No saber dónde está, qué día es, o no recordar lo que ha pasado justo antes o después del golpe.
- Vómitos repetidos: Vomitar una vez puede ser por el susto o el dolor, pero si se repite, es una señal de alarma clara de que la presión dentro del cráneo podría estar aumentando.
- Dolor de cabeza muy intenso y que no para de empeorar: Un dolor que va a más en lugar de a menos es una mala señal.
- Convulsiones: Cualquier tipo de convulsión o temblor incontrolado es una emergencia médica. Llama al número de emergencias de inmediato.
- Debilidad o adormecimiento: Sentir que un brazo, una pierna o una parte de la cara se duerme o pierde fuerza.
- Problemas en la vista o el habla: Ver doble, visión borrosa, tener las pupilas de diferente tamaño o empezar a hablar de forma extraña o arrastrando las palabras.
- Sangrado o salida de líquido por la nariz o los oídos: Especialmente si el líquido es claro y transparente, podría ser líquido cefalorraquídeo, lo que indica una fractura grave.
Especial atención a los golpes en la cabeza en niños y bebés
Si los adultos ya nos preocupamos, cuando los golpes en la cabeza los sufren los más pequeños, el pánico se multiplica. Los niños, y sobre todo los bebés, son más vulnerables. Su cabeza es proporcionalmente más grande y sus músculos del cuello no son tan fuertes.
Además de los síntomas anteriores, en los niños pequeños debes vigilar:
- Llanto inconsolable: Un llanto que no cesa a pesar de tus intentos por calmarlo.
- Somnolencia extrema o dificultad para despertarlo: Si está mucho más dormido de lo normal y te cuesta mucho espabilarlo.
- Rechazo a la comida: Si no quiere comer o beber.
- Abultamiento en la fontanela: En los bebés, la parte blanda de la parte superior de la cabeza se hincha o se siente tensa.
Para más tranquilidad, la Asociación Española de Pediatría (AEPED) ofrece información muy útil para padres sobre traumatismos craneales que te recomendamos consultar.
Qué hacer mientras esperas: Primeros auxilios básicos
Si has decidido que hay que ir a urgencias o ya has llamado al número de emergencias, hay algunas cosas que puedes hacer mientras llega la ayuda. Aplicar unos primeros auxilios básicos puede ser de gran ayuda.
- Mantén la calma (y a la persona): Intenta que la persona afectada esté tranquila y no se mueva bruscamente. El estrés no ayuda en nada.
- Aplica frío: Coloca hielo envuelto en un paño o una compresa fría sobre la zona del golpe durante unos 15-20 minutos. Esto ayuda a reducir la inflamación y el dolor. Nunca pongas el hielo directamente sobre la piel.
- Vigila su estado: No dejes sola a la persona. Obsérvala constantemente para ver si aparece alguno de los síntomas de alarma que hemos mencionado.
- No muevas a la persona si sospechas de una lesión en el cuello o la espalda, a menos que esté en peligro inminente (por ejemplo, en medio de la carretera). En estos casos, es mejor esperar a que lleguen los servicios de emergencia.
- Si hay una herida abierta, cúbrela con una gasa o un paño limpio y aplica una presión suave para controlar el sangrado. No intentes limpiar la herida a fondo ni quitar objetos que puedan estar clavados.
Estos primeros auxilios básicos son sencillos pero marcan la diferencia. No necesitas ser un experto, solo tener sentido común y actuar con calma.
El periodo de observación: ¿Y si los síntomas aparecen más tarde?
A veces, los problemas no dan la cara inmediatamente. Tras algunos golpes en la cabeza, los síntomas pueden tardar horas o incluso un par de días en manifestarse. Por eso, aunque el médico te haya dicho que todo está bien, es fundamental un periodo de observación de 24-48 horas.
Durante este tiempo, vigila la aparición de cualquiera de las señales de alarma. Presta atención a cambios en el comportamiento, somnolencia excesiva, irritabilidad, confusión o un dolor de cabeza que vuelve y se hace más fuerte. Ante cualquier duda, vuelve a consultar con un médico. No es exagerado, es ser responsable.
La importancia de tener a mano el número de emergencias
Puede sonar repetitivo, pero es crucial: ten siempre a mano el número de emergencias. En España y en toda la Unión Europea es el 112. Es un número gratuito y que te atiende las 24 horas del día.
Si tienes la más mínima duda sobre la gravedad de uno de los golpes en la cabeza, llama. Los operadores están entrenados para hacerte las preguntas correctas y decirte exactamente qué hacer o si es necesario enviar una ambulancia. Grabar el número de emergencias en los contactos de tu móvil es un gesto que puede ahorrarte un tiempo muy valioso.
En resumen, la mayoría de los golpes en la cabeza acaban en anécdota. Pero conocer las señales de alarma, saber aplicar unos primeros auxilios básicos y no dudar en llamar al número de emergencias te dará la tranquilidad de saber que estás haciendo lo correcto. Como se suele decir, más vale prevenir que curar. Para más información técnica, puedes consultar recursos como la página de MedlinePlus sobre lesiones en la cabeza, que es una fuente fiable y completa. Cuídate mucho.
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Preguntas Frecuentes
Q: Mi hijo se dio un golpe y solo tiene un chichón, pero no presenta otros síntomas. ¿Debo preocuparme?
A: Un chichón (hematoma) sin otros síntomas como vómitos, confusión o somnolencia excesiva, suele indicar un golpe leve. Aplica frío local envuelto en un paño durante 15-20 minutos para bajar la inflamación. A pesar de ello, es fundamental vigilar al niño durante las siguientes 24-48 horas por si apareciera cualquier señal de alarma.
Q: ¿Puedo dejar dormir a una persona después de un golpe en la cabeza? Me preocupa no poder vigilarla.
A: Sí, se puede dejar dormir a la persona si el golpe ha sido leve y no ha presentado síntomas graves. Sin embargo, durante las primeras horas es recomendable despertarla suavemente cada cierto tiempo para comprobar que responde con normalidad y no está desorientada. Si te cuesta mucho despertarla o parece confusa, es una señal de alarma y debes buscar atención médica inmediata.
Q: He vomitado una sola vez después del golpe, ¿tengo que ir a urgencias igualmente?
A: Vomitar una única vez justo después del impacto puede deberse al susto o al dolor y no necesariamente indica una lesión grave. La señal de alarma clara son los vómitos repetidos. Si solo ha sido una vez y te sientes bien, sin otros síntomas como dolor de cabeza intenso o mareo persistente, puedes observarte en casa. Si vuelves a vomitar, acude a urgencias.