Episiotomía: Qué es, cuidados de los puntos y recuperación postparto

Episiotomía: Qué es, cuidados de los puntos y recuperación postparto

El postparto es una montaña rusa de emociones y cambios físicos. Mientras te adaptas a tu nueva vida con el bebé, tu cuerpo inicia su propio proceso de recuperación. Una de las intervenciones que más dudas genera durante este periodo es la episiotomía.

Si te la han practicado o te preocupa la posibilidad de que ocurra, has llegado al lugar adecuado. Vamos a desmitificar este procedimiento y a darte los mejores consejos para que cuidar de los puntos no sea un quebradero de cabeza.

¿Qué es una episiotomía y por qué se realiza?

Empecemos por el principio. A pesar del nombre un poco intimidante, el concepto es sencillo. Una episiotomía es una pequeña incisión quirúrgica que se realiza en el perineo (la zona de piel y músculo que se encuentra entre la vagina y el ano) durante la fase final del parto.

El objetivo principal es ampliar la apertura vaginal para facilitar la salida del bebé y evitar desgarros naturales que podrían ser más graves o difíciles de reparar.

¿Se hace siempre?

Aquí es donde las cosas han cambiado mucho. Hace años, la episiotomía era una práctica casi rutinaria en muchos hospitales. Se pensaba que era «mejor prevenir que curar», asumiendo que un corte controlado siempre era preferible a un desgarro espontáneo.

Sin embargo, la evidencia científica ha demostrado que no siempre es así. Organizaciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan restringir su uso. Hoy en día, la decisión de realizar una episiotomía se toma en el momento, valorando cada caso de forma individual. Generalmente, se reserva para situaciones concretas como:

  • Riesgo de sufrimiento fetal: cuando el bebé necesita nacer rápidamente.
  • Parto instrumental: si es necesario utilizar fórceps o ventosas.
  • Posición del bebé complicada: por ejemplo, si viene de nalgas.
  • Riesgo de desgarro grave: si el periné es muy rígido y se prevé un desgarro de tercer o cuarto grado.

En resumen, ya no es la norma, sino un recurso para proteger tanto a la madre como al bebé cuando es estrictamente necesario.

La recuperación: Cómo cuidar los puntos de la episiotomía

Vale, ya sabes lo que es. Ahora, la parte práctica. Si te han hecho una episiotomía, tendrás unos puntos que requieren cuidados para cicatrizar bien y evitar infecciones. El malestar es normal los primeros días, pero con una buena rutina, la mejoría es progresiva.

Higiene: tu mejor aliada

Mantener la zona limpia y seca es la clave de todo. Olvídate de remedios caseros extraños; lo básico es lo que mejor funciona.

  • Lava la zona con agua y jabón neutro: Hazlo al menos una o dos veces al día, y siempre después de ir al baño. Utiliza una botella de agua tibia para echarla sobre la zona mientras orinas (reduce el escozor) y para limpiarte después.
  • Seca con cuidado: No frotes. Da pequeños toques con una toalla limpia y suave, siempre de delante hacia atrás para no arrastrar bacterias desde el ano hacia la herida. También puedes usar un secador de pelo con aire frío a baja potencia.
  • Cambia las compresas a menudo: Durante el postparto tendrás un sangrado conocido como loquios. Es fundamental que cambies la compresa con frecuencia para que la zona de los puntos no esté en contacto permanente con la humedad. Esto es vital para manejar el sangrado postparto y mantener la herida limpia.

Aliviar el dolor y la inflamación

Es normal sentir tirantez, escozor o dolor, sobre todo al sentarte o moverte. Aquí tienes algunos trucos para sentirte mejor:

  • Frío local: Aplica una bolsa de hielo o un pack de gel frío envuelto en una tela fina sobre la zona durante 15-20 minutos varias veces al día. ¡Nunca lo pongas directamente sobre la piel!
  • Cojines salvavidas: Un cojín en forma de rosquilla o flotador puede ser tu mejor amigo para sentarte sin presionar directamente los puntos.
  • Analgésicos: Tu médico o matrona te indicará qué analgésicos puedes tomar (normalmente paracetamol o ibuprofeno), que son compatibles con la lactancia. No te automediques.

Ir al baño sin miedo

Ir al baño, especialmente a hacer de vientre, puede dar pánico. El miedo a que los puntos se salten es común, pero muy improbable.

Para facilitar el proceso y evitar el estreñimiento (que además puede empeorar las hemorroides postparto), asegúrate de beber mucha agua y comer alimentos ricos en fibra (fruta, verdura, legumbres, cereales integrales). Si tienes dificultades, consulta con tu médico; puede recetarte un laxante suave.

Señales de alerta: ¿Cuándo debo preocuparme?

La mayoría de las recuperaciones de una episiotomía transcurren sin problemas, pero es importante que sepas reconocer las señales de que algo no va bien. Contacta con tu médico o matrona si notas:

  • Aumento del dolor, enrojecimiento o hinchazón en la zona.
  • Secreción de pus o un olor desagradable en la herida.
  • Fiebre o malestar general.
  • Apertura de los puntos o sensación de que la herida se ha abierto.
  • Un aumento repentino o mal olor en el sangrado postparto.

Ante la duda, siempre es mejor consultar. Nadie conoce tu cuerpo como tú, y es fundamental que te sientas segura y apoyada.

Otros desafíos comunes: sangrado y hemorroides postparto

La episiotomía no viene sola; es parte de un proceso más grande que es el puerperio. Es normal que te enfrentes a otros retos.

El sangrado postparto, o loquios, es la pérdida de sangre y tejido que recubría el útero. Durará varias semanas, cambiando de color y cantidad: rojo intenso los primeros días, luego más rosado o marrón, y finalmente amarillento o blanquecino.

Por otro lado, las hemorroides postparto son muy frecuentes debido al esfuerzo del pujo y a los cambios hormonales. El dolor de la episiotomía puede hacer que te sientes con más cuidado, lo cual puede ayudar, pero si las sufres, los baños de asiento con agua tibia y las cremas específicas que te recomiende tu médico serán de gran ayuda.

En definitiva, la recuperación de una episiotomía es un proceso que requiere paciencia y autocuidado. Escucha a tu cuerpo, no tengas prisa y pide ayuda siempre que la necesites. Estás haciendo un trabajo increíble y tu cuerpo ha logrado algo maravilloso. Mímate, porque te lo mereces.

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Preguntas Frecuentes

Q: ¿Los puntos de la episiotomía se caen solos o tienen que quitármelos?

A: Generalmente, los puntos utilizados son reabsorbibles, lo que significa que se disuelven y caen por sí solos en el transcurso de unas pocas semanas, sin necesidad de que un médico los retire.

Q: ¿Cuánto tiempo tarda en curarse la herida y dejar de doler?

A: La cicatrización inicial y la mayor parte del dolor agudo suelen mejorar en las primeras 2 a 3 semanas. Sin embargo, es normal sentir tirantez o molestias ocasionales durante varias semanas más. La recuperación completa de los tejidos puede llevar de 6 semanas a varios meses.

Q: Después de una episiotomía, ¿cuándo es seguro volver a tener relaciones sexuales?

A: Lo recomendable es esperar a la revisión postparto, que suele ser unas 6 semanas después del parto. Para entonces, la herida debería estar cicatrizada y el sangrado postparto (loquios) haber cesado. Es crucial que te sientas cómoda, sin dolor y preparada tanto física como emocionalmente.

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