La llegada de un bebé es una revolución. De repente, tu mundo gira en torno a una personita que depende completamente de ti. Y durante esas primeras semanas y meses, sobre todo por la noche, el deseo de tenerle cerca, de sentir su respiración y de poder atenderle rápido es inmenso. Aquí es donde entra en juego una aliada maravillosa para muchas familias: la cuna de colecho.
Si estás esperando un bebé o acabas de tenerlo, es probable que este término te suene. Pero, ¿sabes realmente qué es, qué beneficios tiene y, sobre todo, cómo y hasta cuándo usarla? ¡Pues para eso estamos aquí! Vamos a despejar todas tus dudas.
¿Qué es exactamente una cuna de colecho?
Imagina una cuna normal, pero con un detalle que lo cambia todo: uno de sus laterales se puede quitar o bajar. Esto permite que la cuna se acople perfectamente a la cama de los padres, creando una extensión segura de vuestro espacio de descanso.
Ojo, no es lo mismo que meter al bebé directamente en vuestra cama. Con la cuna de colecho, el bebé tiene su propio colchón y su propio espacio, pero está justo a tu lado, sin barreras de por medio. Es la combinación perfecta entre la cercanía que ambos necesitáis y la seguridad de que cada uno duerme en su sitio.
Las grandes ventajas de usar una cuna de colecho
Más allá de esa sensación tan bonita de dormir junto a tu bebé, la cuna de colecho tiene beneficios muy prácticos que pueden hacer que el posparto y los primeros meses sean mucho más llevaderos.
Facilita la lactancia materna y las tomas nocturnas
Seamos sinceros: levantarse varias veces por la noche, sacar al bebé de la cuna, darle el pecho o el biberón y volver a acostarle puede ser agotador. Con una cuna de colecho, el proceso se simplifica enormemente.
Solo tienes que acercar al bebé hacia ti, sin ni siquiera salir de la cama. Esto hace que las tomas nocturnas sean más rápidas y tranquilas, permitiendo que tanto tú como el bebé os volváis a dormir más fácilmente. Esto es clave si tenemos en cuenta cuánto duerme un recién nacido: lo hace en ciclos cortos y se despierta con frecuencia para comer. Minimizar la interrupción del sueño es fundamental para la recuperación de la madre y el bienestar de todos.
Fortalece el vínculo afectivo
El contacto físico es vital para el desarrollo del bebé. Dormir tan cerca le permite sentir tu olor, tu calor y tu respiración. Esta proximidad le da una enorme sensación de seguridad y calma, lo que a menudo se traduce en un bebé más tranquilo que llora menos. Para los padres, poder calmar al bebé con una simple caricia o susurro sin tener que levantarse es un regalo.
Mejora el descanso de toda la familia
Saber que tu bebé está bien, justo a tu lado, te da una tranquilidad inmensa. Se acabaron los viajes nocturnos a la otra punta del pasillo para comprobar si respira. Este estado de calma ayuda a que los padres también descansen mejor. Y como hemos dicho, un bebé que se siente seguro y puede ser atendido rápidamente, tiende a dormir más plácidamente. ¡Es un círculo vicioso… pero de los buenos!
La seguridad es lo primero: claves para un colecho seguro
Utilizar una cuna de colecho es una práctica maravillosa, pero siempre debe hacerse de forma segura. La seguridad del bebé es innegociable. Por eso, es fundamental seguir unas pautas para practicar un colecho seguro.
La Asociación Española de Pediatría (AEPED) ofrece recomendaciones claras al respecto. Aquí te resumimos los puntos más importantes para que no se te escape nada:
- Anclaje perfecto: La cuna de colecho debe estar firmemente sujeta a la cama de los padres. No puede haber ningún hueco entre el colchón de la cuna y el vuestro por el que el bebé pudiera colarse o quedar atrapado.
- Colchones a nivel: El colchón del bebé y el de los padres deben estar exactamente a la misma altura para crear una superficie continua y segura.
- Un colchón firme y a su medida: El colchón de la cuna debe ser firme, plano y del tamaño exacto de la cuna, sin dejar espacios por los bordes.
- Boca arriba para dormir: La postura más segura para que duerma un bebé es boca arriba (decúbito supino), tanto en la cuna como en cualquier otro lugar.
- Cero obstáculos: Dentro de la cuna del bebé no debe haber nada más que el bebé. Olvídate de almohadas, peluches, cojines antivuelco, mantas pesadas o edredones. Utiliza un saquito de dormir adecuado a la temperatura de la habitación para abrigarle.
- Entorno libre de humo: El colecho está totalmente desaconsejado si alguno de los padres es fumador.
- Cuidado con el cansancio extremo o medicación: Si alguno de los padres ha consumido alcohol, drogas o medicamentos que provoquen somnolencia, o si sufre de un agotamiento extremo que pueda disminuir su capacidad de reacción, el bebé debe dormir en su cuna por separado esa noche.
Seguir estas reglas es la mejor forma de disfrutar de todos los beneficios de la cuna de colecho con total tranquilidad. Para más detalle, puedes consultar las recomendaciones de expertos como las que ofrece la Liga de La Leche sobre el colecho.
¿Hasta cuándo puedo usar la cuna de colecho?
Esta es la pregunta del millón y la respuesta no es una fecha concreta en el calendario, sino que depende del desarrollo de tu bebé.
El momento clave para dejar de usar la cuna de colecho (al menos en su modo abierto, pegada a la cama) es cuando el bebé empieza a moverse por sí mismo de forma autónoma.
Esto incluye:
* Cuando empieza a rodar o girarse solo.
* Cuando es capaz de sentarse por sí mismo.
* Cuando muestra intención de gatear o empezar a levantarse.
En cuanto tu pequeño campeón o campeona alcanza uno de estos hitos, el lateral abierto de la cuna se convierte en un riesgo de caída. La mayoría de los fabricantes establecen un límite de edad o peso (generalmente en torno a los 6-9 meses), pero el indicador más fiable es siempre la capacidad motriz de tu hijo.
¿Y qué hago después?
¡Que no cunda el pánico! El fin del colecho no tiene por qué ser un drama. La mayoría de las cunas de colecho son convertibles. Simplemente tienes que subir el lateral y utilizarla como una cuna independiente. Puedes mantenerla en vuestra habitación durante un tiempo para que la transición sea más suave, antes de pasarla a su propio cuarto cuando sintáis que es el momento adecuado.
Practicar un colecho seguro durante los primeros meses no «malacostumbra» al bebé. Al contrario, sentar las bases de un apego seguro le dará la confianza necesaria para, más adelante, dormir solito sin problemas. Has pasado meses respondiendo a sus necesidades de forma inmediata, y eso le ha enseñado que el mundo es un lugar seguro. ¡Misión cumplida
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Preguntas Frecuentes
Q: ¿Cuál es la diferencia entre una cuna de colecho y meter al bebé directamente en mi cama?
A: La principal diferencia es la seguridad. Con una cuna de colecho, el bebé tiene su propio espacio y su propio colchón firme, lo que elimina los riesgos asociados a los colchones blandos, edredones o almohadas de la cama de adulto. Es la forma de tener al bebé cerca, pero garantizando que cada uno duerma en una superficie segura y adecuada.
Q: Mi bebé ya se gira solo, ¿tengo que dejar de usar la cuna de colecho por completo?
A: No tienes que dejar de usar la cuna, pero sí el modo colecho (con el lateral abierto). La mayoría de estas cunas son convertibles, por lo que simplemente debes subir el lateral y utilizarla como una cuna independiente normal. Puedes mantenerla en tu habitación para que la transición sea más gradual.
Q: ¿El colecho 'malacostumbra' al bebé y hará que luego no quiera dormir solo?
A: Al contrario. Practicar un colecho seguro durante los primeros meses responde a la necesidad innata de cercanía del bebé, creando un apego seguro. Esta sensación de seguridad y confianza es la mejor base para que, más adelante, se sienta preparado y tranquilo para dormir de forma independiente.