Estás en la recta final del embarazo, tu barriga ya tiene un tamaño considerable y vives en un estado de alerta permanente. Cada pinchazo, cada molestia, cada sensación nueva dispara la misma pregunta en tu cabeza: «¿Será esto? ¿Estoy de parto?». ¡Tranquila! Es la duda más común del mundo en el tercer trimestre.
La mayoría de las veces, la respuesta a esa pregunta son las famosas contracciones de Braxton Hicks. Pero, ¿cómo saber si es eso o si ha llegado el momento de coger la bolsa del hospital? En este artículo vamos a desglosar las diferencias para que puedas vivir el final de tu embarazo con más calma y menos visitas innecesarias a urgencias.
¿Qué son exactamente las contracciones de Braxton Hicks?
Imagina que tu útero es un atleta preparándose para la maratón de su vida: el parto. Pues bien, las contracciones de Braxton Hicks son su entrenamiento. Se conocen como «contracciones de práctica» o «falsas contracciones» y suelen empezar a notarse a partir del segundo trimestre, aunque son mucho más frecuentes y evidentes en el tercero.
Su función principal es tonificar el músculo uterino, preparándolo para el intenso trabajo que le espera. Son como los estiramientos antes de hacer ejercicio. Es importante que lo sepas: estas contracciones no provocan que el cuello del útero se dilate, por lo que no inician el parto. Simplemente, son una señal de que tu cuerpo se está poniendo a punto.
Entonces, ¿cómo son las verdaderas contracciones de parto?
Las contracciones de parto son otra historia. No están para entrenar, están para competir. Su objetivo es claro y potente: acortar y dilatar el cuello del útero para permitir que tu bebé pase por el canal de parto.
A diferencia de las de práctica, las contracciones de parto son el evento principal. Son el motor que pone en marcha el nacimiento. Funcionan de una manera progresiva y rítmica, como una ola que empieza suave, alcanza un pico de intensidad y luego se retira para dar paso a la siguiente, que será un poquito más fuerte.
La gran pregunta: ¿Contracciones de Braxton Hicks o contracciones de parto?
Aquí está el quid de la cuestión. Para no volverte loca intentando adivinar, fíjate en estas cuatro características clave. Son la mejor chuleta para diferenciar unas de otras.
La frecuencia: ¿Son regulares o irregulares?
- Contracciones de Braxton Hicks: Son anárquicas. Aparecen y desaparecen sin un patrón claro. Puedes tener tres en una hora y luego no sentir nada durante el resto del día. Son irregulares e impredecibles.
- Contracciones de parto: Siguen un guion. Empiezan a ser regulares y el tiempo entre una y otra se va acortando progresivamente. Al principio pueden ser cada 15-20 minutos, pero poco a poco pasarán a ser cada 10, luego cada 5… Son rítmicas y predecibles.
La intensidad: ¿Aumentan o se mantienen?
- Contracciones de Braxton Hicks: Suelen ser más una molestia que un dolor. Sientes que la barriga se pone dura como una piedra, pero la intensidad no aumenta. De hecho, a menudo se debilitan y desaparecen por sí solas.
- Contracciones de parto: Van a más. Cada contracción es un poco más intensa y dura un poco más que la anterior. Llega un punto en el que te costará hablar o caminar mientras tienes una. Esta progresión es la señal más clara de que el parto ha comenzado.
La localización del dolor: ¿Dónde las sientes?
- Contracciones de Braxton Hicks: Normalmente se localizan en una zona muy concreta, casi siempre en la parte delantera del abdomen. Es una sensación de tensión localizada.
- Contracciones de parto: El dolor suele ser más global. Muchas mujeres describen que empieza en la zona lumbar, como un dolor de regla intenso, y se irradia hacia la parte delantera del abdomen, abarcando toda la barriga.
El efecto del movimiento: ¿Cambiar de postura ayuda?
- Contracciones de Braxton Hicks: Aquí tienes un truco infalible. Si cambias de actividad, suelen parar. Si estabas sentada, levántate y camina. Si estabas caminando, siéntate y descansa. Beber un buen vaso de agua también suele calmarlas, ya que a veces aparecen por deshidratación.
- Contracciones de parto: Les da igual lo que hagas. Puedes cambiar de postura, caminar, ducharte o hacer el pino, que ellas seguirán ahí, firmes en su propósito. No desaparecen con el movimiento ni el reposo.
Como bien explican fuentes de referencia como la Mayo Clinic en su artículo sobre el trabajo de parto verdadero y falso, prestar atención a estos patrones es fundamental para saber qué está ocurriendo en tu cuerpo.
¿Cuándo debo llamar al médico o ir al hospital?
Aunque las contracciones de Braxton Hicks son inofensivas, la regla de oro durante el embarazo es: ante la duda, consulta siempre con tu matrona o ginecólogo. Es mejor una llamada «para nada» que quedarse en casa con una preocupación.
Dicho esto, hay señales claras que indican que debes ponerte en contacto con un profesional o ir al hospital:
- Cuando las contracciones sean regulares e intensas: Una buena regla es la del «5-1-1». Si tienes contracciones cada 5 minutos, que duran 1 minuto y este patrón se mantiene durante 1 hora, es hora de llamar.
- Si rompes aguas: Ya sea un chorro grande o un goteo continuo de líquido.
- Si tienes un sangrado vaginal (diferente al tapón mucoso, que puede ser rosado o con hilos de sangre).
- Si notas una disminución significativa en los movimientos de tu bebé.
- Si tienes menos de 37 semanas y crees que podrías tener contracciones de parto, ya que podría tratarse de un parto prematuro.
Aprender a escuchar tu cuerpo es una de las grandes lecciones del embarazo. Las contracciones de Braxton Hicks son solo una parte más de este increíble proceso. Disfruta de la preparación y confía en tu instinto. Y recuerda, cuando lleguen las verdaderas contracciones de parto, lo sabrás. Tu cuerpo y tu bebé están perfectamente diseñados para este momento. ¡Mucho ánimo
Preguntas Frecuentes
Q: ¿Las contracciones de Braxton Hicks duelen?
A: Generalmente, no son dolorosas. Se sienten más como una tensión o endurecimiento incómodo del abdomen. A diferencia de las contracciones de parto, su intensidad no aumenta y no suelen ser dolorosas, sino molestas.
Q: ¿Es normal si no siento ninguna contracción de Braxton Hicks?
A: Sí, es completamente normal. Algunas mujeres las sienten con mucha frecuencia, mientras que otras apenas las notan o no las sienten en absoluto. Que no las percibas no significa que tu cuerpo no se esté preparando para el parto.
Q: Tengo una contracción y creo que es de Braxton Hicks, ¿qué puedo hacer para aliviarla?
A: Lo más eficaz es cambiar de actividad: si estás sentada, levántate y camina un poco; si estabas activa, siéntate y descansa. Beber un buen vaso de agua también ayuda mucho, ya que a veces se deben a la deshidratación. Un baño tibio también puede ayudar a relajar el útero.