¿Se acerca el fin de semana y buscas un plan diferente que saque a toda la familia de casa? ¿Cansado de parques y centros comerciales? Te propongo un planazo: ¡una excursión a la naturaleza! Y no, no hace falta ser un montañero experto ni cargar con un equipo digno del Everest. Hacer senderismo con niños es mucho más fácil y divertido de lo que imaginas.
La clave está en empezar poco a poco, con rutas sencillas y convirtiendo cada paseo en una pequeña gran aventura. En este artículo te vamos a dar ideas, trucos y todo lo que necesitas saber para que vuestras primeras excursiones sean un recuerdo imborrable. ¡Cálzate las botas que empezamos!
¿Por qué el senderismo es una actividad genial para los niños?
Más allá de que correteen por el campo y gasten energía (que también), salir a la naturaleza tiene un montón de beneficios demostrados para los más pequeños.
- Conexión con el entorno: Aprenden a amar y respetar el medio ambiente de primera mano. Ven los árboles, escuchan los pájaros, sienten el barro… Es una lección de ciencias naturales mucho más emocionante que cualquiera que puedan leer en un libro.
- Desarrollo físico: Caminar por terrenos irregulares mejora su equilibrio, su coordinación y su fuerza. ¡Y todo mientras se lo pasan pipa!
- Reduce el estrés: El contacto con la naturaleza tiene un efecto calmante. El aire fresco y los espacios abiertos son un bálsamo para niños y adultos.
- Fomenta la curiosidad: El bosque está lleno de misterios. ¿De quién son esas huellas de animales? ¿Qué bicho hace ese ruido? Cada paso es una oportunidad para aprender.
- Crea recuerdos en familia: Las anécdotas de una excursión, la alegría de llegar a una cascada o el picnic en la cima de una colina son momentos que se quedan grabados para siempre.
Preparativos: La clave para una excursión sin dramas
Una buena planificación es el 90% del éxito. Si te organizas bien, evitarás la mayoría de los contratiempos y te asegurarás de que todos disfruten.
Qué llevar en la mochila (la de los padres, claro)
No hace falta cargar con la casa a cuestas, pero hay ciertos imprescindibles que no pueden faltar. Adapta la lista a la duración y la época del año.
- Agua en abundancia: Es lo más importante. Más vale que sobre a que falte.
- Snacks y comida: Fruta, frutos secos, bocadillos… La energía es fundamental. ¡Y un premio de chocolate para la cima siempre motiva!
- Botiquín básico: Tiritas, antiséptico, alguna gasa y pinzas para posibles astillas.
- Protección solar: Crema solar, gorras y unas buenas gafas para niños son indispensables, incluso en días nublados. La piel y los ojos de los peques son muy sensibles.
- Ropa de abrigo o impermeable: Una capa extra nunca está de más. El tiempo en la montaña puede cambiar muy rápido.
- Bolsa para la basura: Para dejar el entorno tal y como lo encontramos. Es una lección de civismo fundamental.
- Para los más peques: Si tu hijo todavía es un bebé, no te olvides de lo necesario para un cambio de pañal. Y si la ruta incluye un río o un lago donde puedan chapotear, unos pañales de agua son una idea fantástica para que disfruten sin preocupaciones.
Eligiendo la ruta perfecta
No todas las rutas valen. Para empezar, busca senderos que cumplan estas características:
- Cortos y con poco desnivel: Empieza con rutas de 2 a 5 kilómetros como máximo. Lo importante es que terminen con ganas de más, no agotados.
- Con un aliciente: Un río, un castillo en ruinas, una cascada, un bosque «mágico»… Si el destino es interesante, la caminata se les hará mucho más amena.
- Bien señalizados: Para evitar pérdidas y agobios, elige sendas que estén claramente marcadas. Puedes consultar webs de federaciones de montaña como la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada (FEDME) o las webs de turismo de tu comunidad.
Convertir la caminata en una aventura: ¡Juegos y trucos!
Aquí está la magia. Un simple paseo puede convertirse en una expedición épica si le echas un poco de imaginación.
El bingo de la naturaleza
Prepara en casa unas tarjetas sencillas con cosas que podáis encontrar: una piña, una hoja roja, una pluma, una piedra con forma de corazón, una hormiga… El primero que complete su cartón, ¡gana!
El misterio de las huellas de animales
El suelo del bosque es como un libro abierto. Anima a los niños a buscar huellas de animales. No hace falta ser un experto rastreador. Con un poco de suerte, podréis encontrar las marcas de un jabalí, un zorro, una ardilla o incluso un ciervo. Investigar juntos a qué animal pertenecen puede ser un juego de detectives muy emocionante. ¡Es una forma genial de mantenerlos atentos al camino y al entorno!
Creadores de historias
Inventad un cuento sobre la marcha. Empieza tú con «Érase una vez, en este mismo bosque…» y que cada uno vaya añadiendo una frase. Las historias más locas y divertidas surgen de este juego.
Consejos extra para padres senderistas
Para terminar, unos últimos apuntes que te vendrán de perlas.
- La seguridad es lo primero: Consulta siempre la previsión meteorológica antes de salir. Lleva el móvil con la batería cargada y avisa a alguien de la ruta que vais a hacer.
- Gestiona las expectativas: No todas las excursiones serán perfectas. Habrá días de lloros, cansancio y «¿cuánto falta?». No pasa nada. Sé flexible, adapta el ritmo y recuerda que lo importante es el tiempo que pasáis juntos.
- Equípalos bien, pero sin excesos: Unas zapatillas cómodas y que agarren bien son suficientes para empezar. Y no te olvides de sus gafas para niños para proteger sus ojos del sol.
- Hazles partícipes: Deja que miren el mapa (aunque sea de mentira), que elijan qué bocadillo comer primero o que lideren un tramo del camino. Se sentirán importantes y más implicados en la aventura.
Salir a la montaña con niños es una fuente inagotable de diversión y aprendizaje. Es la oportunidad perfecta para desconectar de las pantallas y conectar entre vosotros y con el planeta. Así que ya sabes, busca una ruta sencilla, prepara una mochila con lo esencial y lánzate a explorar. Te sorprenderá lo mucho que pueden andar esos piececitos cuando la motivación es descubrir las huellas de animales que se esconden tras el siguiente árbol.
¡A disfrutar de la naturaleza en familia
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Preguntas Frecuentes
Q: ¿Qué hago si mi hijo se cansa a mitad de camino y no quiere seguir andando?
A: Si un niño se cansa, lo más importante es ser paciente. Haz una pausa para beber agua y comer un snack energético, como fruta o frutos secos. Intenta convertir el resto del camino en un juego, como buscar 'tesoros' o contar una historia. Si el cansancio persiste, es mejor dar la vuelta. Forzar la situación puede crear una mala experiencia y desmotivarlos para futuras salidas.
Q: ¿Es necesario comprar botas de montaña especiales para las primeras excursiones?
A: No, para empezar con rutas sencillas no es imprescindible comprar botas de montaña específicas. Unas zapatillas deportivas cómodas y, sobre todo, con una suela que tenga buen agarre y no resbale, son más que suficientes para sus primeras aventuras en la naturaleza.