Bienvenida al cuarto trimestre: La verdad sobre el puerperio
¡Enhorabuena, mamá! Ya tienes a tu bebé en brazos y, de repente, el mundo se ha puesto patas arriba. Has pasado meses centrada en el embarazo y el parto, pero ¿qué pasa ahora? ¿Qué pasa contigo? Bienvenida al puerperio, también conocido como la «cuarentena». Esos 40 días (que en realidad son más bien 6-8 semanas, o incluso más) en los que tu cuerpo emprende el increíble viaje de vuelta a su estado «no embarazado».
Olvídate de las imágenes idílicas de las redes sociales. El postparto real es intenso, caótico, agotador y, sí, maravilloso. Pero para disfrutarlo, lo primero es cuidarte. Tu cuerpo ha hecho algo monumental, y ahora necesita mimos, paciencia y cuidados específicos. Vamos a desgranar, sin filtros, qué puedes esperar a nivel físico y cómo puedes ayudarte a ti misma a recuperarte.
Los cambios físicos del postparto: Un mapa para no perderte
Tu cuerpo va a pasar por una montaña rusa de cambios. Es fundamental que los conozcas para no asustarte y saber cuándo algo se sale de lo normal.
Los loquios: Esa regla que no es una regla
Justo después del parto, empezarás a sangrar. Este sangrado se llama loquios y es la forma que tiene tu útero de limpiarse y cicatrizar la zona donde estaba la placenta.
- Los primeros días: Serán muy abundantes y de un color rojo intenso, similares a una regla muy fuerte, e incluso pueden contener coágulos. No te asustes, es normal.
- Con el paso de los días: Irán disminuyendo en cantidad y cambiando de color, pasando a un tono más rosado o marrón, y finalmente a un flujo amarillento o blanquecino.
- Duración: Pueden durar entre 3 y 6 semanas. ¡Paciencia!
Señal de alerta: Si el sangrado vuelve a ser rojo vivo y abundante después de haber disminuido, o si tiene un olor muy desagradable, consulta con tu matrona o ginecólogo.
Los entuertos: ¿Contracciones después del parto?
Sí, has leído bien. Especialmente si no es tu primer bebé o si estás dando el pecho, sentirás unas contracciones llamadas entuertos. Son calambres en el bajo vientre que ayudan a tu útero a contraerse y volver a su tamaño original. Pueden ser bastante molestos los primeros días, pero irán a menos. Un truco: respira hondo como hacías en el parto cuando aparezcan.
Tu suelo pélvico: El gran olvidado que lo sostiene todo
El suelo pélvico es ese conjunto de músculos y ligamentos que ha soportado el peso de tu bebé durante meses y que ha trabajado a tope durante el parto. Ahora, está debilitado.
Es crucial que empieces a cuidarlo desde ya. Ignorarlo puede traer consecuencias a largo plazo como incontinencia urinaria, prolapsos o molestias en las relaciones sexuales.
- Ejercicios de Kegel: Puedes empezar a hacerlos suavemente unos días después del parto (siempre que no tengas dolor).
- Valoración profesional: Lo más recomendable es que, pasada la cuarentena, pidas cita con un fisioterapeuta especializado en suelo pélvico. Hará una valoración completa y te dará una pauta de ejercicios personalizada. No es un lujo, es una necesidad para tu salud. Puedes encontrar profesionales a través de la Asociación Española de Fisioterapeutas.
Cicatrices: Episiotomía o cesárea
Tanto si has tenido una episiotomía/desgarro como una cesárea, tendrás una cicatriz que cuidar.
- Episiotomía/Desgarro: Mantén la zona muy limpia y seca. Lávate con agua templada después de ir al baño y sécate a toquecitos, de delante hacia atrás. Los puntos se suelen caer solos.
- Cesárea: Sigue las indicaciones del hospital para la cura. Generalmente, se trata de lavar la herida con agua y jabón neutro, secarla muy bien y dejarla al aire siempre que puedas. Una vez te quiten las grapas o puntos, es importante masajear la cicatriz para evitar adherencias.
Nutrición en el postparto: Gasolina para tu recuperación
Ahora mismo, tu cuerpo necesita los mejores nutrientes para recuperarse y, si estás amamantando, para producir leche de calidad. Comer bien no es una opción, es una obligación.
- No hagas dietas restrictivas: Olvídate de perder el peso del embarazo a la velocidad de la luz. Tu cuerpo necesita energía.
- Hidrátate: Bebe mucha agua, especialmente si das el pecho. Ten siempre una botella a mano.
- Come variado y saludable: Frutas, verduras, proteínas de calidad (carne, pescado, huevos, legumbres), grasas saludables (aguacate, aceite de oliva, frutos secos) y carbohidratos complejos (avena, arroz integral).
El papel de los suplementos como Natalben Lactancia
Durante la lactancia, tus necesidades nutricionales se disparan. Necesitas más yodo, hierro, ácido fólico, calcio y vitaminas que en cualquier otra etapa de tu vida. A veces, la dieta no es suficiente para cubrir todas estas demandas. Por eso, muchos ginecólogos y matronas recomiendan un complemento alimenticio específico para esta etapa. Un suplemento como Natalben Lactancia está formulado precisamente para cubrir estas carencias y asegurar que ni a ti ni a tu bebé os falte de nada. Consulta con tu profesional sanitario si un complemento como Natalben Lactancia es adecuado para ti. Cuidar tu nutrición es clave, y un apoyo como Natalben Lactancia puede marcar la diferencia en tus niveles de energía y en la calidad de tu leche. Recuerda que para producir leche, tu cuerpo tira de tus reservas, y reponerlas con una buena alimentación y, si es necesario, con un suplemento tipo Natalben Lactancia, es fundamental.
La gran duda: Alcohol y lactancia
Es una de las preguntas más repetidas: ¿puedo tomarme una copa de vino si doy el pecho? La recomendación general es clara: la opción más segura es evitarlo. El alcohol pasa a la leche materna y el hígado de un recién nacido no está preparado para metabolizarlo. Si decides tomar algo de forma muy ocasional, la clave es el tiempo. La recomendación es esperar al menos 2-3 horas por cada unidad de alcohol consumida antes de la siguiente toma. Para dudas sobre alcohol y lactancia y la compatibilidad de cualquier sustancia, la web de referencia es e-lactancia.org, un proyecto de pediatras que te dirá el nivel de riesgo. La información sobre alcohol y lactancia es clara: el consumo cero es lo más seguro para tu bebé. No te dejes presionar socialmente; la salud de tu hijo es lo primero. Hablar abiertamente sobre alcohol y lactancia es importante para tomar decisiones informadas.
Mitos y verdades del puerperio: Que no te líen
En esta etapa recibirás mil consejos no pedidos. Vamos a desmontar algunos mitos comunes para que tengas la información correcta.
«Con la lactancia no te puedes quedar embarazada» ¡FALSO!
Este es uno de los mitos más peligrosos. Si bien es cierto que la lactancia materna exclusiva y a demanda puede inhibir la ovulación (lo que se conoce como MELA), no es un método anticonceptivo 100% fiable. Muchas mujeres ovulan antes de tener su primera regla postparto. Por lo tanto, el riesgo de un embarazo en la lactancia es real y más común de lo que se cree.
No esperes a la revisión de la cuarentena para hablar de anticoncepción. Comenta con tu matrona o ginecólogo las opciones seguras y compatibles con la lactancia. Un embarazo en la lactancia tan seguido puede ser un riesgo tanto para tu cuerpo, que no se ha recuperado del todo, como a nivel logístico. ¡Protégete si no estás buscando otro bebé de inmediato! La posibilidad de un embarazo en la lactancia debe tomarse muy en serio.
«Tienes que descansar, pero no pares de hacer cosas»
El descanso es la piedra angular de la recuperación. El mantra «duerme cuando el bebé duerma» es oro puro. Delega las tareas de la casa, acepta la ayuda que te ofrezcan y céntrate en ti y en tu bebé. Tu único trabajo ahora es recuperarte y conocer a tu hijo.
«Recuperarás tu figura enseguida si das el pecho»
Amamantar consume muchas calorías, sí, pero cada cuerpo es un mundo. Algunas mujeres pierden peso rápidamente y otras no. No te compares y no te presiones. Tu cuerpo ha cambiado para crear vida, dale tiempo para volver, poco a poco, a su ser.
Escucha a tu cuerpo, pide ayuda y sé amable contigo misma
El puerperio es un maratón, no un sprint. Habrá días buenos y días en los que te sentirás desbordada. Es normal.
- Pide ayuda: A tu pareja, a tu familia, a tus amigas, a profesionales. No tienes que poder con todo sola.
- Habla: Expresa cómo te sientes. La carga mental del postparto es enorme.
- Cuida tu nutrición: Recuerda la importancia de comer bien y valora con tu médico si necesitas un suplemento como Natalben Lactancia.
- Sé consciente de los riesgos: Ten presente temas como el embarazo en la lactancia o las dudas sobre alcohol y lactancia para tomar decisiones informadas.
Y lo más importante: sé increíblemente amable contigo misma. Acabas de protagonizar un milagro. Tu cuerpo es fuerte, es increíble y merece todo el respeto y el cuidado del mundo. Disfruta de la burbuja, del olor a tu bebé y de este nuevo capítulo. Lo estás haciendo genial.
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Preguntas Frecuentes
Q: He oído hablar de la fisioterapia de suelo pélvico, ¿es realmente necesaria después del parto y cuándo debería ir?
A: Sí, es muy recomendable. Un fisioterapeuta especializado evaluará el estado de tu suelo pélvico tras el esfuerzo del embarazo y el parto. Te proporcionará una pauta de ejercicios personalizada para prevenir problemas a largo plazo como la incontinencia o los prolapsos. El momento ideal para acudir a esta valoración es una vez finalizada la cuarentena, sobre las 6-8 semanas postparto.
Q: ¿Es cierto que no me puedo quedar embarazada si estoy dando el pecho en exclusiva?
A: No, eso es un mito peligroso. Aunque la lactancia materna exclusiva puede inhibir la ovulación (método MELA), no es un anticonceptivo 100% fiable. La ovulación puede ocurrir antes de tu primera regla postparto, por lo que el riesgo de embarazo es real. Es crucial usar un método anticonceptivo si no buscas otro embarazo de inmediato.
Q: Mi sangrado postparto parecía disminuir, pero ha vuelto a ser rojo y más abundante. ¿Debo preocuparme?
A: Sí, eso es una señal de alerta que requiere consulta profesional. El sangrado postparto, o loquios, debe disminuir progresivamente. Si vuelve a ser rojo intenso y abundante después de haber mermado, o si presenta un olor muy desagradable, debes contactar con tu matrona o ginecólogo para descartar cualquier problema.